jueves, 5 de febrero de 2015

Dolor o pinchazo en gluteos - Sindrome piramidal o piriforme



Gran cantidad de corredores experimentan en algún momento un dolor o “pinchazo” en la nalga o parte posterior del muslo. Es usual asociar esta molestia al lumbago o ciática pero generalmente se trata de una inflamación del músculo piramidal conocida como SINDROME PIRAMIDAL O PIRIFORME.


SÍNDROME DEL PIRAMIDAL O PIRIFORME.
El síndrome del piramidal se produce debido a la compresión o pinzamiento del nervio ciático por hipertrofia o contractura del músculo piriforme.

EL MÚSCULO PIRAMIDAL

Este músculo de la cadera que participa en el gesto de correr se extiende desde el sacro, pasando por debajo del glúteo mayor, hasta la cabeza del fémur.
Tiene función de rotador externo de la cadera (la rota hacia fuera) y abducción (separa la pierna hacia fuera).
Es un músculo muy fuerte y cuando se contrae produce un estrangulamiento del nervio ciático produciendo los mismos síntomas que una ciática por hernia discal, tanto que en ocasiones llegan a confundirse.


EL DOLOR

El dolor generalmente se percibe como un pellizco o pinchazo en la nalga que puede extenderse a los 2/3 superiores de la parte trasera del muslo. Algunos lo perciben también como un hormigueo o quemazón.
La molestia se percibe claramente al impactar el pie en el piso durante la carrera pero también la podemos sentir al estar sentados o cuando queremos cruzar una pierna sobre la otra.

CAUSAS

El dolor aparece generalmente por contractura y posterior acortamiento del músculo.
Los motivos de esta contractura son varios y pueden agruparse en tres clases:

Por sobrecarga

  • Excesivo o brusco incremento de las cargas entrenamiento
  • Correr sobre superficies duras o irregulares
  • Falta de estiramiento luego del entrenamiento
  • Sobrepes
  • Calzado inadecuado (poca amortiguación, mucho uso, etc.)
Por deficiencias biomecánicas
  • Deficiente técnica de carrera
  • Hiperpronación del pie
  • Escoliosis
  • Dismetría (diferencia de longitud) en las extremidades
  • Desequilibrios musculares entre una y otra pierna
  • Contracturas en la parte baja de la espalda
Por traumatismo
  • Por golpe o impacto directo en la zona (ej: caída)
  • Por sobreesfuerzo al intentar evitar una caída
EN EL CORREDOR 

Por su función de rotador de la cadera el piramidal intenta en cada zancada alinear la pierna.
Es por esto que esta lesión se presenta frecuentemente en personas que hiperpronan ya que al vencerse el pie hacia adentro en cada pisada el piramidal debe exigirse más para rotarla hacia fuera y alinearla.
Los corredores que la sufren a menudo deben observar dos aspectos importantes que influyen directamente sobre su aparición:

1. Utilizar calzado para pronadores (son aquellos que tienen un refuerzo en la parte interna de la suela) y plantillas ortopédicas en caso de ser recetadas por un profesional para disminuir el grado de pronación. 

 2. Prestar atención a la posición en que la pierna y el pie impactan en el suelo. El pie debe impactar siempre con el antepie y no con el talón y en el impacto la pierna debe estar siempre en el eje del cuerpo y nunca por delante del mismo. 


DIAGNÓSTICO 


Mediante exploración manual de la zona a través del glúteo mayor puede detectarse en la mayoría de los casos. Accesoriamente es importante realizar un examen radiográfico para determinar si la lesión tiene un componente estructural como dismetría de las extremidades inferiores o asimetría en la columna lumbar.

Con la exploración manual se detecta la contractura que recorre la nalga desde adentro hacia afuera y puede encontrarse un “punto gatillo” en el centro del glúteo que coincide con el punto de inflamación del nervio ciático.

Es importante que se descarten por palpación también las bursitis de cadera que pueden dar un dolor similar.

TRATAMIENTO

En el 80% de los casos la inflamación o contractura cede con reposo, hielo y antiiflamatorios. La aplicación de hielo en la zona no debe superar los 20 minutos.
El estiramiento del músculo piriforme y fortalecimiento del músculo abductor y aductor pueden ser incluidos dentro del plan de tratamiento del paciente.
Para casos de hiperpronación se recomienda el estudio de la pisada y la confección de plantillas correctoras.
Otra recomendación que puede ser útil para reducir la inflamación es dormir de lado con una almohada entre las rodillas para que el piramidal no siga tenso en las horas de sueño.

También se recomiendan:

Fisioterapia: masajes terapéuticos combinados con ultrasonido (2-3 sesiones por semana)
Osteopatía
En caso de no observar mejoras y persistir un fuerte dolor puede ser necesario que el médico solicite la infiltración de la zona.

ESTIRAMIENTO

Se harán siempre luego de una sesión de entrenamiento, en forma relajada y centrando nuestra atención en los músculos afectados.

El estiramiento se realiza hasta sentir tendión (no dolor) y manteniendo de 10-20 segundos la postura.

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