La osteopatía es una terapia manual de carácter holístico cuyo diagnóstico y tratamiento se basa en la evaluación de las restricciones de movilidad de las distintas estructuras del organismo y su repercusión sobre el resto del cuerpo. Básicamente, nos enfocamos en el concepto de hiper e hipomovilidades. Para entender este concepto mejor, debemos imaginar al organismo como una gran fábrica con muchos trabajadores. Si un trabajador o un grupo de trabajadores se dan de baja , el resto de sus compañeros deberán asumir el trabajo de los demás, por lo que éstos acabarán más cansados, doloridos, etc. En nuestro cuerpo sucede lo mismo. Cuando una estructura se encuentra en disfunción, se bloquea y limita su movilidad, obligando al resto del organismo a compensar y trabajar más (hipermovilidad), apareciendo entonces la sintomatología (tendinitis, inflamación, dolor). La osteopatía, por tanto, busca la causa, el porqué de las cosas, y no se queda en la capa superficial, la sintomatología.
Esta disciplina terapéutica se apoya en tres pilares fundamentales, a saber:
- Osteopatía estructural: consiste en la evaluación y tratamiento de las disfunciones biomecánicas del sistema músculo-esquelético (huesos, músculos, tendones, ligamentos…).
- Osteopatía visceral: consiste en la evaluación y tratamiento de las disfunciones de los órganos y las vísceras.
- Osteopatía craneal: consiste en la evaluación y tratamiento de las disfunciones y restricciones de movilidad de los huesos craneales.
¿Qué es la Osteopatía Craneal?
La osteopatía craneal, como hemos mencionado anteriormente, se basa en la evaluación y tratamiento de las restricciones de movilidad de los huesos del cráneo. Sí, esa es la primera premisa que debemos aceptar. Los huesos del cráneo tienen capacidad de movimiento, y no constituyen una estructura rígida como se creía clásicamente. No debemos entender la movilidad del cráneo como la de cualquier otra articulación, como el codo o la rodilla. Asumir que el cráneo se mueve es saber que anatómicamente los huesos del cráneo están diseñados para deslizarse el uno sobre el otro, cuya suma de movimientos otorga la capacidad de expansión y contracción a esta estructura.
Origen de la Osteopatía Craneal
William Sutherland es considerado padre de la osteopatía craneal. Durante su carrera, se dio cuenta de que el cráneo estaba formado por la unión de varios huesos, y estudió la anatomía de los mismos, deduciendo así que la única explicación posible era que estuvieran diseñados para deslizarse el uno con el otro, y no ser una estructura rígida.
La lógica y los años de estudios llevaron a Sutherland a deducir que el cráneo debe ser flexible para asumir las presiones y tensiones a las que está sometida, cumpliendo así la función para la que está hecha, la protección del cerebro. Sutherland denominó a este movimiento “movimiento respiratorio primario”. Fue entonces cuando comenzó a manipular dichos huesos mediante técnicas y a observar cuales eran los efectos sobre el organismo, estableciendo así las bases de lo que luego constituiría toda una disciplina terapéutica.
Mucho se ha estudiado desde entonces sobre el origen del movimiento respiratorio primario, y sobre cuales pueden ser sus causas. Se ha deducido tras muchos estudios que existe una relación con las ondas de Traube-hering- Mayer ( movimiento vascular) y la fluctuación del líquido cefalorraquídeo desde su nacimiento en el sistema ventricular funcionando como un sistema hidráulico semicerrado.
Movimientos del cráneo
A nivel global, distinguimos dos grandes movimientos. En una primesa fase, los huesos del cráneo tienden a realizar una flexión, donde todo el cuerpo tiende a realizar una rotacion externa. Se produce un aumento del diámetro transversal del cráneo, y una disminución del diámetro anterioposterior. En la fase de extensión, sucede el movimiento contrario. El cuerpo tiende a realizar una rotación interna, con una disminución del diámetro transverso y un aumento del diámetro anteroposterior.
Este tipo de técnicas destacan por la sutilidad en su palpación y ejecución, frente a otras técnicas osteopáticas como las de alta velocidad o thrust (crujidos) donde se emplea algo más de fuerza.
Cabe destacar el potente efecto a nivel de sistema nervioso central de todas las técnicas craneales, produciendo una relajación de las membranas de tensión recríproca, su efecto potente sobre la glándula hipófisis alojada en la silla turca del esfenoides, y provocando una gran relajación del tono muscular.
Beneficios de la Osteopatía Craneal
El osteópata craneal durante la sesión llevará a cabo una valoración de las restricciones de movilidad de los huesos del cráneo, y aplicará una serie de técnicas para restaurar la normalidad del mismo, permitiendo así un correcto funcionamiento del sistema nervioso central y periférico. Con ello, se conseguirá una mejora de la circulación, de la transmisión de impulsos, normalización del tono muscular, mejora del metabolismo, liberación de estructuras, etc.
Como ya sabemos, nuestro organismo constituye un todo unificado a través del sistema fascial, conectado e integrado. Por ello, tensiones en la articulación del cráneo constituida por el esfenoides y el occipital (articulación esfenobasilar) pueden ocasionar un estrés a nivel de la duramadre que genere por tensiones una escoliosis.
Por ello, está indicada en numerosas patologías. Algunos ejemplos son:
- Cefaleas tensionales
- Migrañas
- Vértigos o mareos
- Alteraciones visuales
- Problemas de columna
- Alteraciones pediátricas
- Trastornos del sueño
- Estrés
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