Actualmente existe un amplio mercado de juguetes y aparatos sexuales que se están recomendando para el cuidado del suelo pélvico. Los más famosos son las bolas chinas, pero también están los conos vaginales, los vibradores, masajeadores, etc. Las mujeres estan cada día más informadas y abiertas a mantener una saludd perineal adecuada que les permita una vida más plena.
En este artículo vamos a darte algunas pautas para su uso adecuado:
Si padeces algún tipo de disfunción o patología no deberías utilizar ningún dispositivo sin una previa valoración y asesoramiento por parte de un especialista
En el campo de la prevención, el masaje realizado con un vibrador tiene muy buenos efectos ya que mejora la lubricación vaginal, además de estimular la musculatura lisa de la vagina responsable del cierre vaginal así como la contracción de la musculatura estriada mejorando con ello el trofismo de los tejidos. A diferencia de las bolas chinas, puede utilizarse en un suelo pélvico con poco tono muscular.
En el caso de las bolas chinas, bolas de geisha o Ben Wa (por cierto, parece que su origen es japón), saber que cuando hablamos de prevención y reeducación del suelo pélvico solo se utiliza un única bola, y que esta está formada por una bola hueca que en su interior lleva una segunda bolita que produce vibración al moverse.
Antes de su uso, es muy importante que el suelo pélvico tenga un tono muscular apropiado , ya que si a una musculatura debilitada la forzamos utilizando un peso excesivo, el resultado puede ser que se distienda aún más, además de la frustación que produce el ver que no eres capaz de sostenerla ni un momento. Por eso, no está de más consultar con un especialista que os asesore antes de comprarlas. Igualmente un suelo pélvico hipertónico puede verse perjudicado, aunque lo más probable en este caso, es que no puedas introducir la bola sin dolor.
La musculatura del suelo pélvico tiene un mayor porcentaje de fibras de tipo I o fibras tónicas que son posturales, lentas y que se fatigan poco. El cierre de los esfinteres ante esfuerzos están relacionadas con las fibras de tipo II o fásicas, rápidas y presentes en menor porcentaje. Con el uso de las bolas chinas, lo que buscamos es la estimulación de las fibras tipo I o posturales, por lo que no debeis buscar el cierre vaginal de manera consciente. Los beneficios de la bola vienen dados por la vibración que produce la bolita que contiene en su interior, que al chocar contra las paredes vaginales al moverme, estimula las fibras musculares, aumentando el riego sanguíneo y con ello el tono muscular de base. Además, según estudios, su uso también mejora y aumenta la lubricación vaginal.
Sin embargo, cuando se hacen los ejercicios de Kegel, así como cuando se usan conos vaginales (apretando para que no se salgan), se estan contrayendo consciente y voluntariamente los músculos del suelo pélvico, entrenando con ello la fuerza o fibras de tipo II.
Por supuesto, podemos añadir contracciones voluntarias (ejercicios de Kegel) cuando lleves puestas las bolas chinas, trabajando así conjuntamente tono y fuerza. Una manera de dar feedback al trabajo de fuerza en las primeras etapas de reeducación, puede ser trabajar tumbadas traccionando suavemente del cordón mientras realizas los ejercicios de Kegel, procurando que no se salgan.
¿Como usarlas?
Antes de colocarla, la lavaremos con agua y jabón neutro. La introducireis con poco lubricante (mejor de base acuosa) para que no se resbale, y tirareis del cordón para comprobar que ha quedado bien colocada, ni muy fuera ni muy dentro (como un tampón). A continuación, mantendreis la bola puesta realizando alguna actividad en bipedestación que no requiera grandes esfuerzos, aproximadamente 5 minutos. La bola debe poder sujetarse sin contracción voluntaria de la musculatura. Ireis aumentando progresivamente el tiempo hasta un máximo de 20 minutos, siempre y cuando la bola no se caiga espontáneamente. Se recomienda empezar con una bola grande y con poco peso, para ir disminuyendo el tamaño y aumentando el peso. Nunca realizareis actividades de impacto con ellas (correr, bailar, deporte, etc.) y las retirareis para ir al baño.
Cuando no usarlas:
- Con infección vaginal y/o del tracto urinario.
- Si sientes dolor al llevarlas puestas. Consulta con un especialista, puede ser síntoma de alguna disfunción.
- Durante el embarazo no está recomendado su uso, aunque puedes consultarlo con tu ginecólogo.
- En la cuarentena ni en las primeras semanas de recuperación posparto.
- Durante la menstruación junto con tampones absorbentes.
- En las seis semanas siguientes a una cirugía genitourinaria o pélvica.
Esperamos, que te sea de utilidad, y, recordarte, que lo que esta expuesto aquí es orientativo y divulgativo, y que ante cualquier duda, debes acudir a un especialista en la materia.
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