Llega la noche. Nos dejamos imbuir por Morfeo. Sin embargo hay una parte de nuestro cuerpo que empieza una frenética actividad. ¿Te levantas con dolor de mandibula? ¿Te molestan los dientes? ¿te duele el oído? ¿Te han dicho en alguna ocasión que tus dientes rechinan o que los chocas de forma violenta? Puedes padecer bruxismo y hoy vamos a decirte como el masaje puede ayudarte.
El Bruxismo es un movimiento nocturno, inconsciente e intenso de los músculos de la masticación. Esta alteración ocurre durante dos etapas en concreto del sueño la de los movimientos oculares rápidos y de transición. El bruxismo se manifiesta con una oclusión fuerte e intensa de los dientes y de las mandíbulas. Cada momento de apretar los dientes puede llegar a los 10-12 minutos. Esta patología puede afectar a nuestra dentadura y a nuestra salud.
El bruxismo puede aparecer en manifestaciones diurnas pero lo más habitual es que aparezca mientas la persona duerme. Puede provocar desgaste de los dientes, debilitamiento de las encías, dificultad para masticar, dolores y zumbidos en los oídos, molestias más o menos intensas en las mandíbulas, dolor de cabeza e incluso molestias en los músculos del cuello. Los premolares suelen ser los dientes más afectados. En muchas ocasiones el afectado no es consciente de lo que padece y suele ser el dentista el primero en diagnosticar el problema. También es habitual que el aviso de la patología nos lo dé la persona con la que dormimos.
Suele estar provocado por ansiedad, por estrés laboral y nervios. Una solución muy habitual es el uso de férulas de silicona en los dientes para dormir. Unas férulas que actúan sobre las consecuencias pero no sobre la causa del bruxismo.
Pero el masaje puede ofrecer otro tipo de ayudas y soluciones. Y lo hace a través del masaje Kobido. Un masaje facial que en el Japón feudal usaron primero los samuráis tras la batalla y más adelante las emperatrices.
Kobido significa “antiguo camino de la belleza” y combina conceptos de la medicina tradicional japonesa con técnicas desarrolladas a partir del masaje tradicional japonés.
Consiste en realizar una serie de movimientos con los dedos de las manos de distinta intensidad para favorecer la circulación de la cara, cuello, nuca, hombros y parte superior del pecho. Movimientos de distinta intensidad y velocidad. Se consigue aumentar la producción de colágeno y elastina y está recomendado para el cuidado del rostro y la belleza pero también para el bruxismo.
Y es que el Masaje Kobido elimina el estrés acumulado en los músculos del rostro, evita la rigidez facial, alivia las migrañas y estimula el sistema nervioso actuando en la cara, el cuello y los hombros. Estas son las zonas que actúan en esta patología.