jueves, 31 de marzo de 2016

Bruxismo y Kobido

                                                                                                         

Llega la noche. Nos dejamos imbuir por Morfeo. Sin embargo hay una parte de nuestro cuerpo que empieza una frenética actividad. ¿Te levantas con dolor de mandibula? ¿Te molestan los dientes? ¿te duele el oído? ¿Te han dicho en alguna ocasión que tus dientes rechinan o que los chocas de forma violenta? Puedes padecer bruxismo y hoy vamos a decirte como el masaje puede ayudarte.

El Bruxismo es un movimiento nocturno, inconsciente e intenso de los músculos de la masticación. Esta alteración ocurre durante dos etapas en concreto del sueño la de los movimientos oculares rápidos y de transición. El bruxismo se manifiesta con una oclusión fuerte e intensa de los dientes y de las mandíbulas. Cada momento de apretar los dientes puede llegar a los 10-12 minutos. Esta patología puede afectar a nuestra dentadura y a nuestra salud.

El bruxismo puede aparecer en manifestaciones diurnas pero lo más habitual es que aparezca mientas la persona duerme. Puede provocar desgaste de los dientes, debilitamiento de las encías, dificultad para masticar, dolores y zumbidos en los oídos, molestias más o menos intensas en las mandíbulas, dolor de cabeza e incluso molestias en los músculos del cuello. Los premolares suelen ser los dientes más afectados. En muchas ocasiones el afectado no es consciente de lo que padece y suele ser el dentista el primero en diagnosticar el problema. También es habitual que el aviso de la patología nos lo dé la persona con la que dormimos.

Suele estar provocado por ansiedad, por estrés laboral y nervios. Una solución muy habitual es el uso de férulas de silicona en los dientes para dormir. Unas férulas que actúan sobre las consecuencias pero no sobre la causa del bruxismo.

Pero el masaje puede ofrecer otro tipo de ayudas y soluciones. Y lo hace a través del masaje Kobido. Un masaje facial que en el Japón feudal usaron primero los samuráis tras la batalla y más adelante las emperatrices.

Kobido significa “antiguo camino de la belleza” y combina conceptos de la medicina tradicional japonesa con técnicas desarrolladas a partir del masaje tradicional japonés.

Consiste en realizar una serie de movimientos con los dedos de las manos de distinta intensidad para favorecer la circulación de la cara, cuello, nuca, hombros y parte superior del pecho. Movimientos de distinta intensidad y velocidad. Se consigue aumentar la producción de colágeno y elastina y está recomendado para el cuidado del rostro y la belleza pero también para el bruxismo.
Y es que el Masaje Kobido elimina el estrés acumulado en los músculos del rostro, evita la rigidez facial, alivia las migrañas y estimula el sistema nervioso actuando en la cara, el cuello y los hombros. Estas son las zonas que actúan en esta patología.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Pinzamiento cervical o de columna




El pinzamiento vertebral se produce generalmente en la zona lumbar o en la zona cervical, produciendo un intenso dolor

También conocido como:

Pinzamiento vertebral, pinzamiento de columna, pinzamiento lumbar, pinzamiento cervical y pinzamiento dorsal.

¿Qué es el pinzamiento vertebral?

Dependiendo de dónde se produzca el pinzamiento estaremos ante un pinzamiento lumbar, cervical o dorsal.

El pinzamiento vertebral es una lesión que se produce al bloquearse una o más vertebras de la columna. Al pinzarse la vértebra el nervio se ve atrapado por lo que se produce dolor y falta de movilidad. En muchas ocasiones este atrapamiento es el responsable de una ciática que no mejorará hasta que se corrija la posición de la vértebra.

¿Cuáles son las causas del pinzamiento vertebral?

El pinzamiento vertebral aparece como diferentes causas siendo la más común el sobreesfuerzo realizado que puede dañar los cartílagos. Levantar demasiado peso o no mantener una postura correcta aumenta el riesgo de padecer un pinzamiento en la zona lumbar o cervical.

¿Cuáles son los síntomas del pinzamiento vertebral?

Los síntomas de un pinzamiento en la zona de la columna son normalmente evidentes. El pinzamiento se produce generalmente en la zona lumbar o cervical donde el paciente sufre un intenso dolor. Otro síntoma del pinzamiento vertebral es la pérdida de movilidad que puede ir acompañada de hormigueo en la zona.

¿Cuál es el tratamiento del pinzamiento vertebral?

El tratamiento más común para el pinzamiento vertebral consiste en combinar fármacos y antiinflamatorios para controlar el dolor y reducir la inflamación, combinados con un ajuste de las vértebras pinzadas.

Sin embargo, no es recomendable recurrir sólo al tratamiento farmacológico, puesto que sólo trataremos los síntomas dolorosos sin actuar sobre el problema, normalmente hasta que remite por si mismo. Para una recuperación más rápida es recomendable acudir a un terapeuta que pueda desbloquear las vertebras pinzadas mediante movimientos y técnicas osteopáticas.

Además, cuando el pinzamiento se ha producido en la zona lumbar, resulta efectivo el tratamiento con magnetoterapia mediante
fajas lumbares especiales que incorporan este tratamiento en el tejido:

Lo más importante de este tipo de
fajas es que se pueden llevar puestas durante el día mientras actúan, permitiendo incorporarse a la actividad cotidiana mucho antes y, lo que es más importante, consiguiendo una reducción significativa del dolor lumbar, lo que permite una recuperación más completa del dolor de espalda.

Cuando el pinzamiento se ha producido en la zona cervical podemos recurrir a un collarín de tracción cervical para aliviar la presión en las vértebras.

lunes, 28 de marzo de 2016

El masaje como herramienta de autoconocimiento

Mucho más allá del placer y el relax que pueda provocar, tomar un masaje es fundamental para reconectar con el cuerpo.
 
La vorágine del día a día, las ocupaciones y preocupaciones cotidianas así como el cúmulo de pensamientos que nos llevan permanentemente del pasado al futuro (lo que hicimos o no hicimos, lo que tenemos que hacer), contribuyen a que cuerpo y mente se vayan separando en la conciencia de la persona, y la percepción del propio cuerpo puede ser cada vez más difusa.
 
En este sentido, el masaje le permite, a la persona que lo toma, reconectarse con su piel, sus músculos, sus articulaciones, sus dolores, el placer que genera el contacto. Y esta posibilidad que brinda el masaje no es solo para los adultos: en el masaje para bebés conocido como Shantala, se consigue una gran comunicación entre el que masajea y el niño y además le permite al pequeño ir registrando su propio cuerpo, su piel y sus límites a partir de los toques.
 
El autoconocimiento que permite el masaje puede ser, además, preventivo: por un lado, puede haber un dolor o una particularidad del cuerpo que no se ha registrado y que requiera hacer una visita al médico; por otro lado, si una persona se da cuenta de que está demasiado estresada y escucha las necesidades de su cuerpo puede hacer cambios para estar mejor, como bajar el ritmo de trabajo o iniciar una actividad física.

martes, 8 de marzo de 2016

Ejercicios Kegel



Los Kegel son ejercicios que puedes hacer para fortalecer los músculos del suelo pélvico, es decir, los músculos que sostienen la uretra, la vejiga, el útero y el recto. Los ejercicios llevan ese nombre por Arnold Kegel, un ginecólogo que los recomendó allá por la década de 1940 para ayudar a las mujeres a luchar contra la incontinencia urinaria, o la disminución del control de la vejiga, que puede ocurrir después del parto.

Si todavía no has empezado a practicar los ejercicios de Kegel, comienza a hacerlo ahora y haz de ellos un hábito para toda la vida. El fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico ayuda a prevenir la incontinencia urinaria de esfuerzo, un problema que afecta hasta al 70 por ciento de las mujeres en algún momento durante o después del embarazo. Además, este tipo de ejercicios puede ayudar a reducir el riesgo de incontinencia anal (es decir, los problemas para controlar el movimiento de los intestinos o los gases). 



 Debido a que los ejercicios de Kegel mejoran la circulación de las áreas rectal y vaginal, pueden ayudar a mantener las
hemorroides acorraladas y posiblemente acelerar la cicatrización después de una episiotomía o un desgarro durante el parto. Finalmente, continuar practicando los ejercicios de Kegel regularmente después de dar a luz no sólo ayuda a mantener el control de la vejiga, sino que también mejora el tono muscular en la vagina, haciendo que se pueda disfrutar más el sexo.
 
¿Cómo los hago?

Para empezar a practicarlos, recomendamos que tengas la vejiga vacía. Imagina que estás evitando eliminar gas e intentando detener el flujo de orina al mismo tiempo. La sensación es de "apretar y levantar": cerrar y detener los pasajes delantero y trasero.

Si no estás segura que lo estás haciendo bien, inserta un dedo limpio en tu vagina antes de hacer un Kegel. Si sientes presión alrededor de tu dedo, vas por buen camino. Otra alternativa es intentar hacer un Kegel cuando hagas el amor y pregúntale a tu pareja si puede sentirlo. Si lo haces correctamente, él podría sentir que "abrazas" su pene.

Asegúrate de estar apretando y levantando sin contraer la panza, apretar las piernas, contraer las nalgas o retener la respiración. En otras palabras, sólo los músculos del suelo pélvico deberían estar trabajando.

Aunque es posible que al principio tengas problemas al utilizar estos músculos en forma aislada, resulta más fácil con la práctica. Puede ayudarte que coloques una mano en tu panza al hacer los ejercicios de Kegel para asegurarte de que esté relajada.

Si no has estado haciendo este tipo de ejercicios, empieza por mantener cada Kegel durante unos segundos antes de terminarlo y relájate durante algunos segundos luego de realizar cada uno. A medida que sientas que tus músculos comienzan a fortalecerse, aumenta el tiempo y mantén cada contracción por 10 segundos, luego relájate por otros 10 segundos luego de realizar cada uno.

Si estás sufriendo de incontinencia urinaria, intenta realizar un Kegel mientras estornudas, toses o levantas algo. Es posible que descubras que eso evita que gotees.

¿Con qué frecuencia debería hacerlos?

Comienza haciendo algunos ejercicios de Kegel en un momento durante el día. A medida que sientas que tus músculos comienzan a fortalecerse, aumenta gradualmente tanto la cantidad de ejercicios de Kegel que hagas por día como el periodo de tiempo en que mantienes cada contracción. Hazlos en series de diez e intenta hacer tres o cuatro series aproximadamente tres veces por día.

Haz que los ejercicios de Kegel formen parte de tu rutina diaria: por ejemplo, puedes hacer una serie cuando te levantas a la mañana, mientras miras televisión, o antes de ir a la cama. Pero realmente no importa cuándo o dónde los hagas, siempre y cuando los hagas con regularidad.

Ten paciencia y continúa haciéndolos. Después de unas tres a seis semanas de que empieces a hacer ejercicios de Kegel con regularidad, puedes notar una mejoría en el control de la vejiga.

¿Por cuánto tiempo debo seguir haciendo los ejercicios Kegel?

¡No pares de hacer los ejercicios de Kegel! Tienes que continuar haciendo estos ejercicios para mantener tu fuerza y combatir la incontinencia a medida que pasan los años. Para algunas mujeres hacer estos ejercicios se convierte en un hábito de por vida.

Continuar fortaleciendo los músculos del suelo pélvico también puede te ayuda a protegerte contra un prolapso de órganos pélvico, una condición común entre mujeres de edad avanzada. El prolapso de los órganos pélvicos ocurre cuando los músculos pélvicos y ligamentos que sostienen estos órganos se debilitan, causando que el útero, la vejiga y los tejidos rectales caigan y sobresalgan dentro de la vejiga.

Dicha condición podría causarte
incontinencia urinaria
y otros síntomas, entre los que se incluyen: presión en el área pélvica, dolor en la parte baja de la espalda e incomodidad durante las relaciones sexuales.

lunes, 7 de marzo de 2016

Condromalacia rotuliana




La rótula o patela constituye una parte fundamental en la biomecánica de la rodilla. Esta circunstancia, confiere por ende una notable importancia a las lesiones que afectan a dicha estructura. La condromalacia rotuliana es la dolencia más habitual en la zona antes citada. A continuación se van a explicar los pormenores de la misma.


A) ¿QUÉ ES LA CONDROMALACIA ROTULIANA?

La condromalacia, consiste en una degeneración de la superficie cartilaginosa existente en la cara posterior de la rótula consecuencia del roce del cóndilo femoral sobre la misma o bien, por un crecimiento anómalo del cartílago.

Esta afección, como tantas otras producto del desgaste, es padecida especialmente por personas que someten la articulación a esfuerzos regulares y exigentes siendo muy común en deportes como el rugby, ciclismo, deportes de frontón, remo, danza clásica, etc....

B) MOTIVOS DE LA LESIÓN CONDROPATÍA ROTULIANA

1) Cargas excesivas o muy reiteradas: Como se ha citado previamente suele ser la causa principal.

2) Traumas o golpes que afectan directamente a la rodilla.

3) Sobrepeso: El cuál provoca sobrecargas de trabajo.

4) Alteraciones que afectan a la biomecánica estructural de la articulación:

4.1) Variación de la estructura extensora de la rodilla.

4.2) Pronación del pie.

4.3) Rótula alta respecto a la posición considerada como normal

5) Anomalías congénitas de la rótula

6) Edad: la aparición de la artrosis favorece este tipo de lesión.


C) GRADOS DE LA LESIÓN

1) Grado 1: Aparece el edema, afectando de forma directa el cartílago rotuliano provocando un progresivo reblandecimiento.

2) Grado 2: Existe una alteración de la estructura cartilaginosa, Lo cuál deriva en su paulatina descomposición.

3) Grado 3: Se pueden observar fisuras o fragmentación.

4) Grado 4: Existe una perforación.

5) Grado 5: La zona afectada provoca lesiones a nivel óseo.

D) SÍNTOMAS

1) Alteración de la sensibilidad de la rodilla.

2) Dolor de la rodilla, Se hace más patente en las siguientes circunstancias:

2.1) Aumentando al permanecer sentado durante un tiempo prolongado, o al levantarse de la silla.

2.2) Empeora al subir escaleras.

3) Sensación de rozamiento o "cepillo" cuando se extiende la rodilla.

E) DIAGNÓSTICO

1) Si se realiza una exploración directa se puede observar:

a) Hinchazón y un aumento de la sensibilidad de la rodilla.

b) Alteración de la posición de la rótula.

c) Durante la extensión de la rodilla si al presionar la rótula existe dolor, es muy posible que se trate de la mentada patología.

2) Observación mediante pruebas radiológicas.

a) Radiografía: no suele aportar información concluyente, si bien puede dejar patente los signos de desgaste o artrosis.

b) Resonancia magnética: es el elemento más fiable y, el método de corroborar las hipótesis anteriores para así, diagnosticar correctamente la lesión.

F) PREVENCIÓN

1) Evitar, en la medida de lo posible, el uso excesivo de la articulación de la rodilla: o paliar las consecuencias del mismo con cuidados posteriores al esfuerzo (por ejemplo, aplicar hielo a posteriori como antiinflamatorio).

2) Potenciar la musculatura de la pierna: Fortaleciendo sobre todo, el cuadriceps (en especial, los fascículos laterales, vasto externo e interno), siendo conveniente reforzar también la musculatura isquiotibial.

3) Evitar cargas de trabajo cuando la rodilla se encuentre flexionada.

4) Trabajo propioceptivo

5) Vendaje apropiado: el objetivo del mismo, es buscar una correcta alineación de la posición de la rótula.

G) TRATAMIENTO

1) Reposo temporal de la actividad: En función de la intensidad del dolor se habrá de optar por el cese temporal de la práctica deportiva o, la disminución de la intensidad de la misma.

2) Empleo de medidas antiinflamatorias: Aplicación de hielo y/o medicamentos para disminuir el dolor y la inflamación.

3) Fortalecimiento y estiramiento de las estructuras musculares que rodean a la rodilla: Se recomienda el trabajo isométrico y las cargas con poca flexión (trabajo entre 0 - 30 grados de flexión)

4) Higiene postural: Evitar las posiciones de máxima flexión.

5) Infiltración:

5.1) Medicamentos antiinflamatorios.

5.2) Sustancias para favorecer la regeneración del cartílago: como por ejemplo el ácido hialúronico, que ayuda a mejorar la vascularización de la zona y alivia el dolor.

6) Cirugía: La intervención buscará corregir la posición de la rótula.

7) Otra posibilidad, en mi opinión de dudosa eficacia en este tipo de lesión, es el recurso de la medicina alternativa natural. La ingesta de cartílago de tiburón, es un recurso empleado para este tipo de patología si bien, los resultados son ciertamente cuestionables.

jueves, 3 de marzo de 2016

Tratamiento de la sacroileitis derecho

La sacroileitis es la inflamación de la articulación sacroilica, es decir, la articulación que une el sacro, que supone el final de la columna vertebral y los huesos iliacos, que suponen los laterales de la pelvis. La alteración de esta articulación se produce principalmente por una inflamación de los ligamentos de la articulación o escape del líquido articular, muchas veces generado por el aumento de la presión dentro de la pelvis y va a producir dolor en los laterales del final de la columna vertebral y es habitual que este dolor se reproduzca o se haga más intenso en los movimientos de inclinación anterior o flexión del tronco.

El tratamiento consiste en la aplicación de cyriax o masaje transverso profundo sobre los ligamentos de la articulación, y por la aplicación de diferentes medidas analgésicas, cada terapeuta aplicará las que mejor conozca o más le gusten, pero uno de los puntos clave es estudiar la alteración de la estática de la pelvis, pero desde el punto de vista de la terapia natural y medicina tradicional china el origen inicial es la disfunción del funcionamiento de uno o más órganos, en concreto los órganos implicados en la sacroileitis derecha son la próstata en el caso de los hombres, el útero en la mujer y el intestino delgado en ambos sexos.

Todos los órganos pueden afectarse a su vez por dos causas principales como son la alimentación, en concreto el intestino delgado se va a ver especialmente afectado por las intolerancias alimentarias como el celiaquismo o intolerancia al gluten o intolerancia a la lactosa, pero también por alimentaciones muy ricas en hidratos de carbono refinados o en lácteos aunque no se tenga intolerancia a la lactosa y la emoción implicada es la ansiedad y la preocupación.

Por otro lado la próstata y el útero aunque también se ven afectados por la dieta, el factor principal son las emociones y más concretamente la baja autoestima relacionada con los roles propios del sexo, por ejemplo la mujer que no puede tener hijos o que los tiene y deja su trabajo para cuidarlos, o quizás alrevés que se siente mal por ir a trabajar y dejarlos al cuidado de otra persona, en el caso de los hombres esta baja autoestima suele estar más relacionada con la pérdida de la fuerza y la capacidad viril, incluso muchas veces marcada por la jubilación, sintiendo que ya no es capaz de mantener a su familia.

Así, de esta manera si queremos mejorar la situación y la lesión de la articulación sacroiliaca derecha debemos de acompañar el tratamiento manual del tratamiento de la disfunción del útero, próstata y/o intestino delgado.