Habitualmente y popularmente se conoce como fascitis plantar al síndrome doloroso a nivel de la fascia plantar; sin embargo, si consideramos que no suele apreciarse una inflamación aguda clásica resulta poco apropiada y vágamente descriptiva dicha denominación.
Con el término fasciosis plantar se designa un cuadro de degeneración de la fascia plantar, que puede cursar con o sin dolor y en cuyo caso aparezca se refiere a la mitad interna de la fascia plantar y a veces alcanzando la región inframaleolar medial. Existe, además, una serie de terminología asociada a fascitis/fasciosis plantar que cuando menos se presta a confusión, tal es el caso del llamado espolón calcáneo, que paradójicamente puede manifestarse como síndrome doloroso sin la presencia de espolones óseos en el calcáreo.
Por lo tanto cuando hacemos referencia a este proceso (fasciopatía plantar) que se caracteriza más vivamente por dolor a nivel de la porción medial de la fascial plantar, más bien cercana al calcáneo, en especial al apoyar el pie desnudo, en el suelo; puede usarse la terminología tradicional de fascitis plantar (aunque como he comentado no describe rigurosamente los cambios tróficos y estructurales de la fascia plantar). Sin embargo, si hacemos referencia, desde un punto de vista más descriptivo de la morfología e histología de la fasciopatía plantar esta nueva denominación de fasciosis plantar se ajusta más estrechamente a la realidad fisopatológica.
Etiología
Al igual que cualquier otro tejido ricamente colagenificado, la fascia plantar, está expuesta a cambios altamente exigentes, bien sea a través de las fuerzas mecánicas que actúan sobre ella, como la capacidad que tiene de solventarlas. principalmente en deportistas dichas fuerzas pueden desbordar su capacidad regenerativa y adaptativa con lo cual los microtraumas de repetición son la principal génesis de las alteraciones estructurales observadas en pacientes con este síndrome de fasciopatía plantar.
Microscópicamente se puede observar, en estos pacientes, una degeneración y desorganización extracelular, en especial de las fibras de colágeno. Incluso en ciertos puntos del tejido pueden observarse focos de necrosis y formación de sustancia mixoide (acúmulo de sustancias mucoides por degeneración del material fibrilar de la sustancia fundamental).
La transmisión de fuerzas especialmente dañinas hacia la fascia plantar (fuerzas de compresión y cizallamiento), responde a causas tanto extrínseca como intrínsecas y en este último caso no solo propias del pie sino, y sobre todo, aquellas heredadas de toda la cadena miofascial correspondiente, que se inicia con el orígen de la musculatura isquiotibial.