miércoles, 28 de octubre de 2015

Drenaje linfático manual post liposucción

La liposucción o lipoescultura es una de las intervenciones más demandadas en cirugía estética, consiste en extraer grasa del panículo adiposo con la ayuda de una cánula y un sistema de succión. Su indicación más habitual es la mejora del contorno corporal.

Puede realizarse en casi todas las partes del cuerpo, siendo las zonas mas frecuentes en la mujer: piernas (muslos, rodillas y caderas) y abdomen. Y en el hombre: pecho, abdomen y espalda (zona lumbar y flancos).

La liposucción es una forma eficaz de eliminar los depósitos grasos, además se previene la nueva formación de estos cúmulos de grasa, ya que las células adiposas no se reproducen en la edad adulta, solo pueden hipertrofiarse. La fibrosis producida al eliminar la grasa dificulta el desplazamiento y asentamiento de otros adipocitos.

Al finalizar la liposucción, se coloca a la paciente una faja de contención que debe llevar las 24 horas del día sin interrupción durante 3 semanas aproximadamente y luego una semana más solo por la noche. La faja solo se debe quitar para el aseo personal, las revisiones médicas y las sesiones de tratamiento postoperatorio. En ocasiones en liposucciones de grandes cantidades de grasa o bajo prescripción médica es necesario llevar la faja durante más tiempo para ayudar a reducir el edema y facilitar la retracción de la piel. Mantener la faja más tiempo del prescrito no mejora el resultado de la intervención.
Los resultados obtenidos se empiezan a observar tras las dos primeras semanas cuando la paciente ha empezado a reducir el edema, mejorando la apariencia y disminuyendo el volumen en la zona durante los meses siguientes. Debemos esperar al 6º mes para tener una idea clara del resultado final. En pocas ocasiones, y siempre pasado este periodo, puede ser necesario realizar pequeños retoques en algunas zonas operadas.

EL DRENAJE LINFÁTICO MANUAL

El drenaje linfático manual (DLM) es la principal herramienta de que disponemos para acelerar la reabsorción del edema. Actualmente muchos cirujanos plásticos recomiendan a las pacientes recibir sesiones de DLM tras la intervención. La aplicación de drenaje linfático manual (DLM) en el periodo postoperatorio logra acelerar la recuperación al permitir una reabsorción más rápida del edema y reducir o eliminar las molestias postoperatorias.

El DLM puede aplicarse previamente a la intervención, en este caso las sesiones comenzarán al menos dos semanas antes de la liposucción recomendándose un mínimo de 4 sesiones. Las sesiones de DLM pre-operatorias son sobre todo importantes en mujeres con insuficiencia venosa y/o tendencia a retener líquidos.

Sin embargo es en el periodo postoperatorio donde el drenaje linfático manual ha demostrado su utilidad y eficacia. Nosotros comenzamos al día siguiente en la propia habitación del hospital en lo que llamamos
Masaje Intra-hospitalario. Recomendamos a los profesionales que estén empezando que demoren el comienzo de las sesiones hasta los 7-10 días.

En grandes liposucciones puede ser recomendable en las primeras sesiones realizar el DLM sin quitar a la paciente la faja de contención para no movilizar la piel en exceso.

Los objetivos del drenaje linfático manual en el postoperatorio son:

• Acelerar la reabsorción de edema y equimosis.
• Eliminar los restos de medicación, anestesia y suero utilizados en la operación.
• Favorecer la regeneración de los capilares y vasos linfáticos dañados tras la liposucción.
• Disminuir las molestias y proporcionar bienestar en el postoperatorio.
• Disminuir la duración del periodo postoperatorio.
• Mejorar el estado de la piel.
• Acelerar la recuperación de los tejidos.
• Acelerar la recuperación de sensibilidad en la piel.
• Favorecer la retracción de la piel.
• Acelerar la reabsorción de zonas fibrosas por estimulación de macrófagos.

Recomendamos un mínimo de 10 sesiones de DLM tras la liposucción, aplicadas dos veces por semana; aunque lo ideal sería realizar las sesiones a diario durante la primera quincena, espaciándolas posteriormente durante los dos meses siguientes sumando un total de 15 a 30 sesiones.

La técnica de ejecución debe ser precisa y la movilización de la piel durante la primera semana debe ser mínima para facilitar la correcta retracción de la piel. La liposucción puede dañar vasos linfáticos y las uniones de la piel con las estructuras inferiores; la movilización precoz de la piel podría dificultar la correcta regeneración linfática y la creación de enlaces que unan la piel con las estructuras subyacentes. Un exceso de movilización podría tener como resultado una piel más flácida, empeorando el resultado de la intervención.
A menudo las pacientes cuando acuden por primera vez a las sesiones de DLM muestran un cierto temor al pensar que el tratamiento va a ser doloroso; el DLM postoperatorio no debe provocar dolor ni molestias, incluso sobre tejidos llenos de edema y equimosis. El DLM bien realizado proporciona alivio desde la primera sesión, si aparece dolor es señal de la incorrección de las maniobras.

La utilización de maniobras de masaje profundo (amasamientos fricciones) está contraindicada durante las primeras semanas por la posibilidad de lesionar vasos linfáticos, agravar el edema y ser dolorosas para la paciente.

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