Los masajes prenatales son cualquier tipo de masajes que puedan recibirse durante el embarazo, sin importar el tipo de masaje o la zona del cuerpo donde se haga. En general, suelen durar una hora y se llevan a cabo en tablas de masajes especiales para que la embarazada se sienta cómoda.
Beneficios de los masajes prenatales
Los masajes prenatales tienen múltiples beneficios para el cuerpo y la mente de la embarazada, aunque verdaderamente pocos estudios han intentado comprobar cómo actúa un masaje de este tipo.
En general, estos masajes son útiles para bajar los niveles de ansiedad de las mujeres, la cantidad de hormona noerpinefrina y cortisol -hormonas de estrés-, aumentando los niveles de serotonina y dopamina al mismo tiempo. Todo esto ayuda a mejorar el humor y dormir mejor, prevenir la depresión y en un futuro tener un bebé más saludable.
En el plano físico, reducen el dolor de espalda y piernas, especialmente en aquellas que se encuentran en las últimas etapas de embarazo. En general, reduce todos los dolores musculares y ayuda a tener un parto menos doloroso.
Ayuda a la inflamación y edema de las articulaciones debido a la disminución de circulación y aumento de la presión de los vasos sanguíneos; y permite la eliminación de residuos y líquidos del cuerpo. Por ende, mejora la circulación -lo que también beneficia al bebé- y la oxigenación de los tejidos y músculos.
También alivia los dolores de cabeza, especialmente los producidos por tensión en los músculos faciales, y otros dolores habituales en las mujeres embarazadas: calambres, acidez estomacal, problemas del túnel carpiano, fatiga, várices, congestión, sudoración excesiva, y estreñimiento.
Si los masajes prenatales se realizan durante todo el embarazo, ayudan a mantener una buena postura y a que la mujer se vaya acostumbrando poco a poco a los cambios que sufre su cuerpo, ya que mejora la flexibilidad y la capacidad de llevar el peso extra.
¿Cómo son los masajes prenatales?
Hay muchos tipos de masajes que pueden incluirse -masaje de tejido profundo, masaje sueco omasaje shiatsu- dentro del masaje prenatal, aunque lógicamente deben adaptarse a la situación.
Por ejemplo, como los niveles de sangre y también de anticoagulantes, aumentan, las embarazadas tienen mayor riesgo de formar coágulos, por lo que deben evitarse los masajes muy profundos en áreas como las piernas. También, se suelen evitar los masajes en el abdomen o hacerlos muy suavemente. Además, es importante reseñar que no se debe recibir un masaje prenatal hasta pasadas 12 semanas de embarazo.
El masaje suele realizarse con la mujer acostada de lado, y se suelen utilizar camillas adecuadas o montón de almohadones para conseguir el máximo confort. Es or eso que, yo tengo una camilla adaptada para este tipo de masajes, en la cual, la futura mama, puede tumbarse boca abajo, sin riesgo de aplastar la barriga, y con comodidad para sus senos.
En general, el masaje prenatal es seguro, aunque debemos tener mucho cuidado a la hora de decidir quién lo hará. También debemos evitarlos si tenemos náuseas y vómitos, riesgo de aborto, un embarazo de alto riesgo, hipertensión en el embarazo, preeclampsia, anteriores partos prematuros o hinchazón severa.
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