Dime cómo comes y te diré por qué no adelgazas...
Más que la dieta o la voluntad que ponemos, son los hábitos de todos los días los que determinan la suerte de nuestro peso. La estrategia: abandonar los comportamientos automatizados, pensar y mejorar la relación con la comida.
La manera en que comemos es tan importante como la cantidad y la calidad de los alimentos elegidos. Mientras que la mayoría de las personas se preocupa sólo por cuántas calorías contiene una determinada preparación, algunos de los hábitos que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida conspiran contra nuestros mejores esfuerzos para adelgazar.