martes, 31 de mayo de 2016

¿Qué tipo de pisada tienes?




¿Pronador, supinador o neutro?



¿Pronador o supinador? Mucho hemos oído esta frase de un tiempo a esta parte gracias al anuncio de un famoso distribuidor de material deportivo. La frase se convirtió en viral en redes sociales como Twitter e incluso los más graciosos decían que era la nueva frase para ligar.

Pero lo cierto es que pese a que antes solo los más especializados estaban al tanto de estos términos, resulta de enorme interés saber cuál es nuestro tipo de pisada. Podemos ser pronadores, supinadores o neutros.

Esto depende de nuestro tipo de pisada. El pie disipa la energía del impacto de cada zancada inclinándose hacia dentro al hacer el apoyo. Este giro del pie, que se inclina sobre su eje longitudinal de forma que el puente se aproxima más al suelo, es lo que se llama pronación. Todos pronamos, sin embargo dependiendo del grado en el que lo hacemos decimos que tenemos una pisada pronadora (si el movimiento es excesivo), neutra (si es normal) o supinadora (cuando no pronamos lo suficiente en el apoyo).

Pese a que gracias a este artículo puedes tener una ligera idea e incluso en los establecimientos del distribuidor comentado anteriormente pueden ayudarte.

Este ejercicio te puede ayudar a salir de dudas:


Con los pies descalzos y bien apoyados en el suelo, colócate con las piernas un poco separadas. Acto seguido debes flexionar las piernas tres veces, dejando libertad de movimientos. Cuando llegues a la tercera flexión, para y trata de mantener esa postura. Aquí viene la clave del asunto. Si en la última flexión, tus rodillas están pegadas eres pronador. Si éstas no se pegan pero están muy próximas, eres neutro. Y por último, si las rodillas se encuentran muy separadas, eres supinador.

Lo cierto es que lo ideal es consultar con un
podólogo que te haga un estudio de la pisada que te permita conocer cuál es tu tipo de pisada para así corregir tus errores y elegir zapatos adaptados, sobre todo si vas a correr o hacer ejercicio.

Para corregir estos errores, es importante reeducar tu pisada y realizar ejercicios de técnica. Ganaras eficiencia de tus carreras y notarás la diferencia.


Pronador

El pie rota hacia dentro más de los 15º ideales de inclinación, así que tiene problemas para estabilizar el cuerpo y no se absorbe bien el impacto. Necesitas calzado con control del movimiento.


Neutro

Desde que se da el primer contacto del talón con el suelo el pie gira 15º hacia dentro, amortiguando el impacto de la zancada por toda la superficie del pie. Usa calzado neutro.


Supinador

El pie no gira lo suficiente, por tanto no amortigua bien y el impacto se concentra en la zona externa del pie. Necesitas calzado con muy buena amortiguación.

domingo, 29 de mayo de 2016

Masaje facial linfático y muscular



El rostro es una zona muy sensible donde se reflejan no solo estados de ánimo sino además nuestra salud, la calidad de la sangre, los nutrientes que absorbemos, la buena circulación, la hidratación del cuerpo, etc. Todo esto influye en el aspecto de nuestra piel, si luce sana, joven, cansada, opaca o con arrugas, etc., se debe especialmente a todos estos factores.

En el rostro tenemos una buena cantidad de músculos, terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos que podemos ayudar a activarse y mantener sus funciones de forma muy positiva mediante el
masaje linfático facial, combinado con un masaje muscular, los cuales son una mezcla perfecta con la cual podemos ayudar a nuestra piel a sanar, a lucir más joven, renovada, fresca y con luminosidad.

Los beneficios del masaje facial linfático son:

Masaje Drenaje Linfático
  • Ayuda a mejorar el aspecto general de la piel, ayudando a eliminar toxinas mediante la activación de la circulación de la sangre.
  • Al activarse la sangre, las toxinas acumuladas son removidas con mucha más facilidad, lo cual ayuda a que la piel luzca más limpia.
  • Es una terapia muy positiva para ayudar de forma natural a reducir ojeras o bolsas en los ojos, a tratar edemas en el rostro ya sea por cansancio o por reacción.
  • Esta terapia es ideal para ayudar a desaparecer el cansancio del rostro, ayudando a lucir la piel fresca y renovada.
  • El drenaje linfático facial activa el sistema linfático el cual es el responsable de recolectar las macro moléculas adiposas que se van acumulando en los tejidos de la piel, las cuales son transportadas por la sangre para que se eliminen con más facilidad.


Masaje muscular

Si combinamos un masaje de drenaje facial con uno muscular, le estaremos ayudando a la piel no sólo a drenar toxinas sino a reafirmar los músculos y hacer que el rostro luzca más firme y joven. Los beneficios de este masaje son la tonificación muscular, la ejercitación de músculos faciales que nunca movemos y que con el tiempo se vuelven flojos y caídos, la activación de la circulación sanguínea y con esto la irrigación de nutrientes y oxígeno, lo cual fomenta la regeneración celular.

Uso adecuado de estas terapias

El masaje muscular facial puedes aplicarlo diariamente, o pedir a alguien cada quince días o un mes que te de un masaje en tu rostro. El masaje diario consiste simplemente en mover los músculos de la cara de determinada forma. Por ejemplo: haz como si masticaras un chicle y abre grande tu boca, haciendo presión suave en tus mejillas con tus dedos índice y medio. Luego, frunce el ceño de tu frente pero usa tus dedos índice y medio para hacer suave presión en las cejas, de modo que sientas que los músculos de la frente trabajan.

El masaje linfático

En este masaje se realizan movimientos enérgicos y circulares sobre la piel, se hace rítmicamente, con una presión muy suave, casi imperceptible, genera una sensación de alivio, con la finalidad de movilizar la linfa. Hay también la técnica del bombeo, donde se utilizan las palmas para presionar y bombear sobre la piel, suavemente. Se aconseja usar aceites o cremas suaves y relajantes. Este masaje puedes dártelo cada 15 días.

En casa puedes realizar también un masaje linfático suave, lava tu cara en las noches y después de aplicar una crema suave pon tus palmas sobre tus mejillas, frente, barba y párpados inferiores y presiona suavemente, haciendo una especie de bombeo. Esto relajará tus músculos y ayudarás a la correcta circulación.


Recuerda siempre que antes de empezar una sesión de masaje lavar bien tu cara y humectarla con un aceite especial, ya sea de cera de abejas, de almendras, con aloe, de coco, etc.

Para complementar los masajes y hacer circular nutrientes por tu piel, te recomendamos una hora antes de darte masaje beber un jugo de zanahoria con nopal o alfalfa, o de aloe con apio y limón, o de piña con apio, limón y
chía. Mantén tu piel hidratada bebiendo al día dos litros de agua pura, y no te acuestes nunca con tu cara sucia o maquillada pues esto genera muchas impurezas y los poros no respiran bien en la noche. La mejor rutina es lavar la piel con agua mineral, poner crema de jalea real, manzana, aloe o gel de baba de caracol. Luego, date masaje linfático suave, y practica gimnasia facial para tonificar los músculos. Verás como tu cutis luce cada día más rejuvenecido y sano.

Drenaje linfatico para mamas.



El drenaje linfático manual es una técnica que mediante suaves maniobras sobre la piel, logra acelerar e incluso redirigir la circulación linfática superficial. Su aplicación acelera la reabsorción del edema.

Aproximadamente un 75% de la linda proveniente de las mamas viaja a los ganglios linfáticos de la axila del mismo lado. El resto viaja a los nódulos paraesternales, a la mama del lado opuesto y finalmente hasta los ganglios linfáticos abdominales. Los nódulos axilares incluyen el grupo inferior o pectoral (que drena la parte profunda y transmuscular), el grupo interno o subescapular (que drena la parte interna de la glándula mamaria) y el grupo externo o humeral (que drena el borde externo de la mama).


El drenaje linfático de las mamas drena en los ganglios linfáticos de la axila. Este drenaje tiene particular importancia en la oncología, debido a que las mamas son un lugar frecuente de desarrollo de cáncer, si células malignas se desprenden del tejido mamario, podrían dispersarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático produciendo metástasis. El hecho de que los vasos linfáticos recorran el tejido transmuscular del pectoral mayor es justificativo para la extirpación del mismo en el tratamiento quirúrgico del cáncer de mama.
En la mamoplastia de aumento (aumento de pecho) el drenaje linfático manual (DLM) disminuye la inflamación del seno, su correcta aplicación demuestra su eficacia desde el primer día, disminuyendo las molestias, sobre todo cuando los implantes están en posición submuscular. Los implantes en posición subglandular o subfascial también se benefician del drenaje linfático manual.

La mamoplastia de reducción (reducción de los senos) también se beneficia del drenaje linfático manual, la mastopexia (elevación del pecho). En el tratamiento de las cicatrices, el drenaje linfático manual es la primera medida adopatada para facilitar la cicatrización. Al reducir el edema se facilita la llegada de nutrientes y saluda de desechos metabólicos necesarios para una buena cicatrización.

En la reconstrucción de mama, independientemente de las técnicas reconstructivas utilizadas (con implantes y espansores mamarios o con tejido antólogo), el drenaje linfático es muy útil en todas las fases del proceso reeconstructivo. La posible linfadenoctomia axilar (extirpación de los ganglios linfáticos de la axila), puede obligar al terapeuta a efectuar el drenaje linfático buscando vías alternativas de drenaje.

Además de los cuidados tras la reeconstrucción de mama, el drenaje linfático manual es imprescindible en el tratamiento o prevención del linfedema postmastectomia.