domingo, 17 de septiembre de 2017

Imagen corporal y mamoplastia de aumento

Cerraré ahora los ojos, taparé mis oídos, no emplearé mis sentidos, incluso borraré de mis pensamientos todas las imágenes de las cosas corporales o, por lo menos, ya que esto es casi imposible, las consideraré vanas y falsas; y así, ocupándome sólo conmigo mismo, y atendiendo a mi intimidad procuraré poco a poco conocerme mejor y familiarizarme conmigo mismo” . Descartes

El pecho es una parte importante en la anatomía femenina y muchas veces está directamente relacionado con el sentimiento de feminidad de la mujer y con su autoestima. Por ello, los cambios en la forma, aspecto o tamaño de los senos causados por la cirugía, suelen modificar la imagen y percepción que la mujer tiene de los mismos.

En la mayoría de ocasiones la adaptación y aceptación de los cambios de aspecto y percepción corporal producidos en las operaciones de mama, es muy rápida y no necesita de una atención especial . 

 ¿QUÉ ES LA IMAGEN CORPORAL ?

La imagen corporal es la percepción y conocimiento que tenemos de nuestro propio cuerpo, de sus dimensiones, de las sensaciones que produce. Es el fruto de nuestras vivencias y percepciones.
La imagen corporal es también la representación mental que tenemos de nuestro cuerpo y rostro, puede estar influenciada por las modas, por la presión social, por nuestra idea sobre la belleza o por nuestra relación con los demás. Podemos sentirnos bellos o feos según la forma en que nos miren. Nuestra imagen corporal puede depender del entorno más que de nosotros mismos.
La imagen corporal es lo que vemos reflejado en el espejo cuando nos miramos y lo que sentimos y percibimos en nuestro cuerpo.
La cirugía plástica de los senos, puede ayudar a aquellas personas que tienen una disconformidad con su imagen corporal relativa al tamaño o forma de sus pechos. 


¿CÓMO CAMBIA LA IMAGEN CORPORAL TRAS LA CIRUGÍA MAMARIA ?.

Las operaciones de cirugía de aumento mamario pueden causar un cambio en la imagen corporal. Los senos han aumentado su tamaño y pueden haber cambiado sustancialmente su forma. Este cambio necesita de un pequeño periodo de adaptación.
La primera visión que tiene la paciente de las zonas operadas, en ocasiones no ayuda en este proceso de adaptación; ya que el tejido se puede encontrar con edema y equimosis (moratones), mostrando un aspecto que a veces tiene poco que ver con el resultado final.
Los cambios en la sensibilidad pueden alterar nuestra percepción corporal. Tras la cirugía es normal que existan cambios temporales en la sensibilidad del tejido. Hay zonas con una sensibilidad aumentada y otras con una sensibilidad disminuida. Un tejido con una alteración en la sensibilidad ofrece percepciones diferentes que influyen en la forma de sentirlo y vivirlo.

 Una expectativa irreal sobre los resultados de la intervención puede retrasar la aceptación de la nueva imagen corporal. Campañas agresivas de publicidad realizadas por determinadas clínicas, prometiendo “el pecho que siempre quisiste tener”, haciendo creer que la cirugía estética puede transformarnos a todos en modelos; causa que algunas personas tengan una idea equivocada de los resultados que se pueden obtener.
Además de los cambios en el aspecto de los senos, que observa la mujer cuando se mira en el espejo, existen cambios en la percepción corporal. La mujer recién operada suele sentirse extraña con su nueva anatomía; sobre todo si previamente tenía un pecho muy pequeño. Resulta extraño mirarse al espejo, “chocarse” con los senos al mover los brazos, tumbarse sobre ellos, o sentir como se mueven cuando se pasa por un bache yendo en coche. Todas estas sensaciones se normalizan en poco tiempo.
Es normal tener durante algunos días la “sensación de objeto extraño” y sentirse rara con los implantes. En un periodo breve de tiempo el cuerpo acepta los implantes como propios.

El proceso de reconocimiento de la nueva imagen corporal depende de la aceptación visual del implante y de la aceptación de las sensaciones que este produce; al principio se vivencia como un cuerpo extraño, y la mujer se siente molesta al tocarlos o al realizar determinados movimientos. Cuanto mayor sea el aumento de volumen o el cambio de forma tras la intervención, mayor suele ser el tiempo necesario para reconocer el nuevo pecho. 

 Es frecuente que mujeres que se han operado el pecho se encuentre mejor consigo mismas. Se sienten más seguras en sus relaciones personales y de pareja. La mamoplastia de aumento muchas veces trae consigo un aumento de la autoestima y sentimiento de feminidad de la mujer.

Entendemos que las pacientes que se someten a una operación de cirugía estética pueden tener una disconformidad con su imagen corporal pero no tienen una alteración de la misma. Es decir hay algún aspecto de su cuerpo que no les gusta pero no tienen una visión distorsionada del mismo. Una alteración en la percepción de la imagen corporal puede causar que los resultados no sean los esperados y por ello cueste aceptar la nueva imagen corporal. Algunas mujeres nunca se ven el pecho lo suficientemente grande y querrán aumentárselo varias veces, otras por el contrario nunca lo ven lo suficientemente pequeño. Para estas personas es más difícil la aceptación de su realidad corporal.

Algunas pacientes recién operadas no permiten que nadie toque sus senos, excepto el terapeuta, solo aceptan la sesión de masaje o drenaje linfático, ni ellas mismas tocan sus pechos. Existe al principio miedo a que algo pueda suceder, sobre todo en las cicatrices. Este miedo puede ocasionar que durante los primeros días, se vivencie el pecho como algo externo que no forma parte de la mujer. La mujer evita tocar y mirar sus senos hasta que estos muestren mejor aspecto. Esta actitud retrasa la adquisición de la nueva imagen corporal.

¿CÓMO ACELERAR LA ADAPTACIÓN A LA NUEVA IMAGEN CORPORAL?

Aunque el proceso de adaptación es rápido, seguir las siguientes recomendaciones puede acelerarlo aún más.

- Es importante tocar las zonas operadas; la piel es un medio de comunicación entre el organismo y su entorno. Cualquier estímulo táctil favorece la adquisición de la nueva imagen corporal y puede acelerar la normalización más temprana de la sensibilidad, logrando que disminuya la aprensión que se produce en algunas mujeres. La aplicación diaria de crema o aceite (cuando el cirujano lo permita) además de cuidar la piel obliga a la mujer, a tocar sus pechos.

La mujer debe tocar sus senos para aceptarlos de nuevo como propios .

- Mirarse desnuda en el espejo, probarse sujetadores o biquinis son actividades que también ayudan a identificarse con la nueva imagen corporal.

- Recibir sesiones de recuperación postoperatoria. Los tratamientos postoperatorios aceleran la aceptación del nuevo esquema corporal al añadir un estímulo táctil (masaje o drenaje linfático manual) sobre la zona operada.

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